Vigorexia: Los esclavos de la balanza

Esclavos del espejo y la balanza
Complejo de Adonis: cuando el gimnasio se convierte en adicción.

En los últimos años, ha cobrado auge un trastorno relacionado con los hábitos alimentarios de muchos adolescentes y adultos. Se trata de la Vigorexia o Complejo de Adonis, un desorden de la conducta que conduce a la obsesión por conseguir una figura corporal perfecta y musculosa a través de la realización compulsiva de actividades deportivas.
La persecución de ese “ideal” físico (consecuencia nefasta de estereotipos comerciales falsamente vinculados a la realización personal y al éxito) lleva frecuentemente al uso y abuso de esteroides, anabólicos inyectables, creatina y aminoácidos, generando éstos no solo que el cuerpo se desarrolle en forma desproporcionada, sino también una preocupante predisposición a la aparición de problemas físicos, hepáticos, musculares, metabólicos y psíquicos.

Entre las características y síntomas de esta patología, cabe resaltar:
  • Afecta principalmente a varones entre los 13 y 25 años.
  • Obsesión por la musculación que lleva , a quien la padece, a estar hablando siempre sobre el mismo tema y a preocuparse solo por conseguir una figura “perfecta”.
  • Enorme cantidad de horas dedicadas al gimnasio: tienen dependencia de asistir al gimnasio y practicar deporte en general.
  • Alimentación extremadamente cautelosa y controlada, que les ayude a conseguir el modelo de figura corporal que han idealizado.
  • Comparte síntomas con la anorexia o la bulimia: imagen corporal distorsionada, siempre se ven gordos
  • Quienes tienen vigorexia se ven siempre débiles, lo que les lleva a convertirse en adictos al ejercicio físico para suplir esa carencia.
  • Por muy musculados que estén nunca se dan por satisfechos y quieren más y más
Este enfermizo paradigma de “cuerpo perfecto” puede afectarnos desde la infancia con ese prototipo de hombre musculoso y de valores admirables que recibimos desde pequeños: Popeye, Hércules, Rambo, Terminator, Hulk, Superman y una larga lista de etcéteras.
Los superhéroes que son admirados por niños y jóvenes, y por qué no también por adultos, han sufrido una transformación con los años: ahora son supermusculosos, marcando así un canon de belleza atrofiado, como sus músculos.
Es también común que los no agraciados físicamente, muy delgados o con sobrepeso hayan hecho un “click” dramático y busquen modificar su cuerpo para revertir lo que la naturaleza no les dio. Lo importante sería atender a la parte psicosocial y emocional.
No pretendo atacar a los que realizan trabajos específicos de musculación por deporte, bienestar o hasta fines laborales, sólo me preocupo por los que han llevado esta cultura a niveles peligrosos para su salud y bienestar.
La vigorexia no es , en sentido estricto, un trastorno alimentario, sino que se trata de una adicción a la musculación, que comparte una característica común con la anorexia y la bulimia: la distorsión del esquema corporal.
La dieta de las personas que padecen vigorexia se caracteriza por ser rica en calorías, proteínas y carbohidratos y pobre en grasas. El marcado desequilibrio entre los grupos de alimentos que consumen estas personas y el consumo de sustancias anabolizantes, favorece tanto el aumento de la masa muscular como la aparición de desarreglos del metabolismo.

Dr Martín Azanza
CNS Coaching, Nutrición y Salud
https://www.facebook.com/coachmartinazanza 

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